Fue el vendaval, suponía, quien me hizo volar.
Fue un sueño,
soñado, no, negado,
no sé, ya sueño sin sueños soñados.
Fue un mar, por mor de navegar,
en él, impaciente, ansioso por delatar,
acusar, siendo él una hada acusada,
de marineros por sirenas a matar.
Fue un fuego que fue, conjunto
en el inglés de ir, fue-go, go-fue,
no se, fue, volvió y quemó la meditación.
Fue solo fue, y ¿por qué no "será"?, era pasado;
me sumía en el océano del remordimiento.
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